La
chifladura psicoanalítica.
Rosa Lagos
Torres
Encontré
esta expresión en Lacan, en la clase 8 del Seminario 24 a propósito de una
interrogación que formula con respecto a
los síntomas histéricos, ¿Qué pasó con ellos? ¿Que los reemplazó? preguntándose
si la histeria se ha desplazado en el
campo social, dice: ¿No la habrá reemplazado la chifladura psicoanalítica?
Me gustó
la expresión porque me parece que muestra que la “chifladura psicoanalítica”
justamente propone la paradoja de la cual es objeto nuestra práctica, en tanto
el psicoanálisis no entra en la vorágine de la consigna “salud mental para
todos”, pero si tiene que saber hacer
con ese imperativo para que el psicoanálisis siga existiendo en lo social.
La
“chifladura psicoanalítica” apunta no sólo a alojar aquello que el amo actual
quiere eliminar, la locura particular de cada uno, sino que también, tal como
lo expresa J.A. Miller en La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica,
el psicoanalista “en tanto agente de la operación analítica tiene
necesariamente la función de perturbador”, (p.75) perturbando, precisamente,
aquello que el empuje igualitario a la sanidad y a la felicidad quiere
mantener, la defensa del sujeto.
Defensa
que el sujeto eleva en el intento de sostener un imposible, el de una salud
mental no agujereada.
Como dice
el dicho producto de la sabiduría popular, resto de lalengua, –de
poeta y de loco todos tenemos un poco-
será el psicoanálisis quien dará lugar a la palabra para que cada quien
se transforme un poco en poeta de su poco de locura.