miércoles, 3 de diciembre de 2014

Orientarse por lo Real: del sin sentido al fuera de sentido. Lo imposible

Orientarse por lo Real

Del sin sentido al fuera de sentido, lo imposible.


Rosa Lagos


Lo Real como un recorrido, porque no hay definición última que permita precisarlo, nos confronta de una vez con el imposible que comporta, lo Real como imposible surge de un impasse en la formalización, lo que no cesa de no escribirse, lo que no cesa de fugarse, lo que no cesa de escapar de la maquinaria significante, un resto fuera de sentido.
Lo Real ex - siste, del latin ex - sistere, literalmente ex=fuera y sistere= el lugar donde está.
El antecedente de lo Real proviene de George Bataille (1897-1962), de quien Lacan toma la noción de real a partir de su distinción de la existencia de dos polos estructurales, por un lado lo homogéneo o ámbito social útil y productivo y por otro lo heterogéneo, lugar de irrupción de lo que es imposible de recuperar, del desecho, de lo expulsado de todas las normas. Esta idea junto a la formulación freudiana de realidad psíquica, dan cuerpo a la tríada Real, Simbólico, Imaginario.
Lacan plantea que “Freud no tenía la idea de lo Simbólico, lo Imaginario y lo Real, pero a pesar de todo, tenia de ello una sospecha … hay en Freud una referencia a algo que él considera como lo Real…pero no es el principio de realidad, eso es un decir social” , refiriéndose con esto a que el síntoma para Freud además de tener un elemento sensible al desciframiento, tiene otro componente que no responde a esta operación, es la satisfacción pulsional que queda fuera de la simbolización, conformando lo real de la pulsión.
Se encuentran en Freud huellas de lo imposible cuando plantea el “ombligo del sueño”, aludiendo a lo imposible de decir, límite a la interpretación del sueño: “un lugar que queda en sombras… el lugar en que él se asienta en lo no conocido” y cuando formula en 1937 “la roca de la castración” “basamento rocoso” , “restos sintomáticos” que marcan un límite a la interpretación, indicando que hay un punto en el análisis donde el recurso de lo simbólico fracasa, donde se topa con lo que está fuera de sentido, referidos a instantes traumáticos que se relacionan con tempranas fijaciones de goce, cuya referencia lacaniana es Hay de lo Uno, en tanto hay escritura del goce.


Lacan, desde el inicio de su enseñanza, va mostrando su preocupación dirigida a que la experiencia del análisis no esté basada solamente en el desciframiento de lo simbólico, es decir que no estuviese orientada solo por el Nombre del Padre, significante que aporta la ley y por ello produce efecto de sentido que captura al goce, sino que la experiencia se organizara más bien tomando en cuenta la dimensión del fantasma y la del goce en su particularidad, sin hipótesis suplementarias como la del Nombre del Padre. En este sentido orientarse por lo Real es lo que al final del análisis aparece como lo imposible, no solamente un límite de la experiencia como lo planteara Freud, sino que un imposible, la experiencia en el análisis mismo de un goce imposible de negativizar.
Lo más conocido de Lacan, ubicado en lo que se ha denominado su primera enseñanza, se basa en la primacía del significante y la concepción de un analista como agente operador que descifra la verdad del inconsciente, inconsciente estructurado como un lenguaje, regido por leyes, la ley de repetición del significante, la lógica del fantasma, ley del deseo, concepciones que sin ser desestimadas pasan a un plano secundario en tanto el progreso de su investigación lo lleva en su última enseñanza a ir más allá de la significación y la verdad del inconsciente, más allá de aquello que lo simbólico puede dar cuenta, pasando a concebir que en la experiencia psicoanalítica lo Real es más importante que la verdad del inconsciente. La verdad del inconsciente es equivalente a lo reprimido y como tal constituye una defensa particular del sujeto frente a lo Real.
Lacan diferencia lo Real de la Verdad del inconsciente, dice “se podría decir que lo real es lo que es estrictamente impensable” lo Real está fuera del algoritmo Significante / significado, fuera del registro de lo simbólico, fuera del orden del discurso, está excluido y pasa a dominar la articulación semántica del significante/significado.
De este modo, lo Real es definido como aquello que queda excluido del sentido, fuera del sentido, no es el sin sentido que está abarcado por lo simbólico, es lo excluido del mundo de las significaciones.
Se desprende de este avance teórico que se trata de otro inconsciente, diferente del propuesto por Freud, un inconsciente que no está regido por las leyes de lo simbólico, un inconsciente singular dominado por lo Uno, un goce opaco, lo más propio, lo que no se comparte, no regido por el Otro . Es decir, se distinguen dos dimensiones diferentes, un inconsciente referido a lo Real fuera de sentido y por otro lado, un inconsciente como elucubración de saber.
La orientación clínica que se desprende de considerar la primacía de lo Real sobre lo Simbólico cuestiona la herramienta principal del psicoanálisis, de este modo, la interpretación requiere ser pensada de una nueva manera. Una interpretación que no apunte al sentido, que apunte a la defensa que el sujeto ha levantado frente a lo Real, que no opere solamente sobre lo simbólico, sobre lo reprimido, sería una intervención que se dirige a desordenar o perturbar, precisamente, la defensa frente al goce, perturbar los artificios que se han erigido para soportar lo imposible: la inhibición, el síntoma y la angustia.
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