El amor de la madre, ¿a qué da acceso?
por: Rosa Lagos
“Lo que hemos avanzado sobre el amor es que
constituye la fuente de todos los males. La menor conversación está allí para
mostrarles que el amor de la madre es la
causa de todo”.
Lacan, J. Seminario IX. Clase 10.

¿Qué pasó
en la vida del niño Gide para que una única mujer fuese objeto de su amor? Esta pregunta remite a otra de importancia
radical, ¿Qué fue para ese niño su madre?
Pregunta que
lleva a considerar la constelación familiar de este niño en una doble
vertiente: tanto el lugar que el niño ocupa en el deseo de esa madre, como el
lugar donde se ubica la autoridad de la ley, elementos que van a marcar el
destino amoroso del sujeto.
En este
sentido, el niño Gide, se encuentra con una madre que se mueve en el reino del
deber, cuyo amor es asimilable a estos mandatos, que es la que dicta la ley al padre y para quien su
hijo es amado pero no deseado.
Gide sufre
de la falta de deseo de esta madre y, a la vez, su padre, por su suavidad y por
la sumisión a su mujer, le transmite una
metáfora paterna desviada, invención
que le permite a Gide sostener la disociación entre un amor desencarnado,
negación del goce, situado en Madeleine
y un goce clandestino dirigido a jóvenes.
Se configura
así, por un lado la disociación entre el amor y el goce y por otro lado la conjunción entre amor
y deber, que recae en su único amor.
Si el amor
de la madre es la causa de todo, como plantea Lacan, vale la pregunta clínica ¿qué acceso a la
mujer le permite esta madre a este sujeto?
En este
caso, le permitió el acceso a una sola
mujer, a quien le da lo que no tiene, la eternidad.
“De hecho el sentimiento de Gide por su prima ha
sido el colmo del amor, si amar es dar lo que no se tiene y si él le ha dado la
inmortalidad” (Lacan, J.
juventud de Gide).
1 comentario:
Que interesante el comentario, me hizo pensar en un caso que llevo. Es dificil este tema pero muy enigmatico que llama a estudiarlo, despejar la madre de la mujer, me hace pensar en "la mujer no existe, las madres si" de Lacan. Para toda una investigación. Un abrazo.
Jimena Toro
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